miércoles, 27 de noviembre de 2013

Columna del Autor

Si bien la Guerra del Pacífico, específicamente el Combate de Angamos, fueran ya hace más de 100 años, los conflictos entre Perú y Chile se mantienen hasta el día de hoy. Hace 5 años, Alan García interpuso una demanda contra Chile en la Corte Internacional de la Haya y con eso se empezó a desarrollar un nuevo problema entre Perú y Chile.
La organización de la Haya es una entidad que trabaja junto con la ONU cuya misión es terminar con los conflictos y diferencias que puedan existir entre naciones pertenecientes a la Organización de las Naciones Unidas. El reclamo presentado por Alan García se trata de los límites marítimos que compartimos con el país vecino. La posición chilena está bastante clara: Es una denuncia innecesaria porque las zonas marítimas están delimitadas desde 1952, además de otros argumentos.

En mi opinión, y no es por ser peruana, la decisión que tomó Alan García de llevar este problema a la corte de La Haya, me parece la más justa para este tipo de situaciones, sobre todo por los antecedentes que existe entre Perú y Chile. En vista de que ambos países no llegaban a un acuerdo, una visión imparcial es necesaria. Se espera que dentro de poco se dé el fallo de la demanda. 

El apellido Ferré

Es muy común escuchar Ferrer o Ferre (con el acento en la primera E), pero es raro escuchar a alguien decir que se apellida Ferré, al menos acá en Perú. Ferré es un apellido de origen catalán, bastante común en Barcelona, Tarragona, Alicante y Valencia. Proviene del apellido Ferrer pero ya que en el idioma catalán la “r” al final es átona, es decir, no tiene sonido, se empezó a omitir tal consonante dando como resultado Ferré. Además, se extendieron por Catalunya y los reinos de Mallorca, ambos pueblos españoles, durante el periodo de la conquista de los moros por parte de Jaime I de Aragón.

Las familias españolas que pertenecían a la nobleza, estaban acostumbrados a portar un escudo que represente al apellido. Debido a que la palabra Ferrer deriva del latín ferraneus,   que significa “el que trabaja el fierro” o “herrero”, en su escudo figura un cepo, un aparato de fierro que sirve para inmovilizar objetos, de oro sobre un fondo rojo. El cepo significa el trabajo que ellos realiza un herrero y el color rojo el coraje y actitud optimista que debería caracterizar a un Ferré.

Diego Ferré, el héroe que lo dio todo

Repasamos la vida de Diego Ferré: 134 años después.

Eran las 9:40 de la noche del 8 de Octubre de 1879. El monitor Huáscar estaba haciendo expediciones en la costa chilena, Miguel Grau de contralmirante, seguido de Manuel Melitón Carvajal, José M. Ugarteche, Elías Aguirre Romero y Diego Ferré. Una tripulación de 205 personas fue prendida a fuego tras recibir 31 granadas Palliser de 250 libras, otras 12 de menor peso más 350 tiros una ametralladora y mil más de un rifle. Tras esto se produjo la captura del buque por parte del escuadrón chileno. Hubo 27 heridos, 144 prisioneros ilesos y 34 muertos, dentro de ellos los 5 personajes mencionados anteriormente.

“Teniente Primero, ayudante de Miguel Grau, muerto en combate sobre la cubierta del glorioso Monitor Huáscar a los 35 años de edad. Cuando tenía 22, Ferré combatió en Abtao, defendiendo la integridad territorial de Chile contra las pretensiones españolas.” Es lo que dice Jorge Basadre en uno de sus libros acerca de un gran personaje: Diego Ferré. Si bien Ferré no era de notabilidad marítima (término que le pone Basadre), no cabe duda alguna que era un oficial de honor. Tenía los conocimientos necesario para hacer frente en cualquier marina del mundo, he aquí la respuesta a que, durante el Combate de Angamos, haya sido considera tan importante para Don Miguel Grau.
Han pasado 134 desde la muerte de este héroe. Es una pena que, que pese al cargo que tuvo, nunca fue tan conocido como lo es Miguel Grau y algunos otros tripulantes del monitor Huáscar. En una entrevista con el historiador Héctor López Martínez, este comentó que Diego Ferré Sosa nació en Reque el 13 de noviembre de 1844. Fue hijo de Eusebio Ferré y María Mercedes Sosa, quienes residían en Monsefú, de donde don Eusebio fue alcalde 3 veces. En 1864, Diego ingresó al colegio Naval Militar y dos años más tarde, fue embarcado La Corbeta Americana como parte de la Guardia Marina. En este buque, asistió al combate de Abtao el 7 de Febrero de 1866 y estuve ahí hasta que, en el maremoto de Arica el 13 de Agosto de 1986, se echó a perder.
Luego de esto, viajó a Estados Unidos, formando parte de la comisión que debía traer los monitores (las nuevas embarcaciones), desde New Orleans hasta el puerto del Callao. Después de este viaje, regresó en el monitor Atahualpa y con el cargo de Teniente Segundo siguió sus viajes en el Vapor Tumbes. En este trance, empezó el estallido de la Guerra con Chile. Ferré fue mandado al monitor Huáscar con el cargo de Primer Teniente al lado del comandante Miguel Grau. Ambos mueren tras el estallido de una bomba en el monitor.
El doctor López comenta que es bastante difícil conocer acerca de la vida de Diego Ferré y datos sencillos, como que estuvo casado con Deudemia González, son poco conocidos. Tuvo una vida profesional muy corta ya que murió 5 años después de haber empezado su carrera pero pese al tan poco tiempo que tuvo en la marina, hizo grandes hazañas y gracias a ellas, Ferré es muy bien recordado por sus colegas, como lo es el doctor López, hasta el día de hoy.
Es difícil conocer sobre de Diego Ferré, pues murió tan joven que no dejó descendientes. La misma familia sabe de su existencia y de la conexión sanguínea que comparten con él por cosas que han escuchado o leído, aunque les cuesta creer que tengan parte del ADN de este héroe. Oscar Ferré, quien tendría aproximadamente 95 años, es el sobrino nieto de Diego, quien, según cuentan sus hijos, al igual que Ferré, fue marino, no solo heredó la profesión de su tío, sino también, los rasgos.
Al poner ambas fotos juntas, la familia se puede observar que para Patricia Ferré, la hija mayor de Oscar, “mi papito se parece mucho con el tío Diego, tienen la misma nariz y hasta el mismo bigote”. Por otra parte, Oscar Ferré hijo, con quien tuvimos una conversación un poco más profunda, comentó que siempre le llamó la atención el parecido de su padre con Diego Ferré. Oscar hijo es una persona muy curiosa por lo que, nos cuenta, que se puso a investigar acerca de su tío y su padre y encontró que, coincidentemente, ambos estudiaron un par de años en el colegio “Nuestra Señora de Guadalupe de Lima” y le parece asombroso como es que terminaron pasando hasta por la misma carrera.
Además, los nietos de Oscar también opinaron. Graciela Rodríguez, la nieta mayor, piensa que “Siempre sentí admiración por nuestro héroe de Angamos y me sentí orgullosa de nuestro parentesco, en parte se lo debo a mi papá, quien ha tratado de inculcarnos ese orgullo desde que tengo uso de razón”. Los más pequeños de la familia no saben mucho de la historia del Combate de Angamos pero al enseñarles ambas fotos, dijeron que tenían los mismos ojos, misma nariz, hasta la misma sonrisa, hasta antes de esto, ambos pensaban que sus familiares les estaban mintiendo, pero al ver la foto, quedaron muy sorprendidos.